viernes, 1 de junio de 2012

LA ALEGRE NOCHE IRUNDARRA (11.03.71)

Como Furriel,  ya de entrada, me permití alguna "licencia" arriesgada y atrevida. Este día me apunté en la "guardia" como cabo de refuerzo en la cuarta patrulla para coincidir con un soldado nativo y conocido hijo de un carnicero de la ciudad fronteriza. Lo habíamos planeado juntos. Nos tocaba vigilar las afueras del Cuartel de 3 a 5 de la madrugada. Nos fuimos a tomar  unos cubatas a la zona "vip"de Irún. Como a él casi todos le conocían, nos pagaron todas las rondas. Y entre militares, guardias, policias y gendarmes  viví la noche irundarra con el fusil cargado y "defendiendo a la patria". ¡Espero que ya no metan consejo de guerra  por contarlo ahora!

Llegamos a tiempo al cambio de guardia, pero sólo tuve un mínimo rato para descansar en un duermevela. Al amanecer  tocaba subir al tiro y yo tuve como siempre que cargar la munición.  Me dormí en el camión y no me despertaban ni los golpes que en los baches me daba en el duro suelo de su destartalada plataforma con mi cabeza. Aquellos GMC,  creo que de las sobras de la Primera Guerra Mundial, llegaban a consumir unos 30 litros al subir cargados al monte y no pasaban de 20 kms. por hora. ¡Fue un rato de siesta de dos horas mientras la tropa subía a pie y con la "escopeta"!

La resaca fue grande ese día. Pero debí de aguantar bien las apariencias, porque  salvo unos pocos allegados, nadie me notó nada. ¡No volví a la noche irundarra ni de paisano!

No hay comentarios:

Publicar un comentario