miércoles, 23 de mayo de 2012

SE ASFIXIA UN COMPAÑERO (28.10.70)

La milicia era un suplicio para muchos. El "enemigo"  no sólo era la patria y los mandos militares "que nos hacían hombres", según nos vociferaban. El mayor éramos los propios compañeros. Era la eterna  ambición del hombre contra el hombre. Conejos, novatadas... eran los absurdos nombres, signos y "poderes" de los "veteranos" más en el fondo débiles y acomplejados. Claro que la "patria" era conoderora y casi siempre corresponsable de las barbaridades que se hacían "para hacernos hombres".

Aquel chaval de Bilbao era muy activo y nervioso. Oficialmente se desquició por un corte de pelo. Sé que le obligaron a quitar la espoleta de una granada de mano y lo pasó fatal. Pasamos miedo casi todos al ver que le podía explotar en la mano. Se asfixiaba y entró en coma, aunque al final le  salvaron. Pero no le mandaron para casa. Le mataron meses después en Burgos, ya como soldado, "se cayó de un balcón de un quinto piso", según el parte oficial por un accidente involuntario y sin culpables, al igual que otro "gordito" amigo suyo. A ambos tuve ocasión de conocer un poco sus angustias como reclutas de mi Cía.      

No hay comentarios:

Publicar un comentario